Soy traductora e intérprete de formación y siempre he considerado que la función del traductor es servir de puente entre culturas. Con el tiempo he entendido que he llegado hasta aquí porque la cata es también una forma de traducir, de hacer comprender. Catar es querer comprender. Es establecer un puente entre el vino, el aceite o el sake, hasta los sentidos. Mi misión es hacer que la comunicación sea fácil, que tus sentidos se activen, que entiendas lo que estás catando y que disfrutes.
Catar es querer comprender. Es establecer un puente entre el vino, el aceite o el sake, hasta los sentidos.
Te ofrezco catas de aceite de oliva virgen extra (AOVE) cordobés, de vinos de la DOP Montilla-Moriles (o el que más te guste) y de sake japonés (no hay otro) en espacios singulares de nuestra maravillosa tierra cordobesa. Para los foráneos, estas catas son una forma novedosa de conocer Córdoba a través del paladar. Para los locales, es el capricho más sabroso y la opción más singular para celebrar eventos privados.
Estoy convencida de que la mejor forma de descubrir un destino es a través de los sentidos, porque lo que se siente se ama, y lo que se ama, ya no se olvida.